n estos tiempos actuales, donde muchas veces hace falta sensatez y sabiduría, suele primar y destacar lo sinrazón y el desconocimiento. En política sucede igual que en otras facetas de la vida, no se prima el esfuerzo, el sentido común, la experiencia y el saber estar.
En estos años de democracia se ha visto personajes políticos de toda índole: listos, trabajadores, sensatos, alocados, caraduras, vividores, racionales, sabios, etc, etc...pero una característica es que cada vez los políticos tienen que ser mas jóvenes, lo secretarios de partido mas jóvenes, los afiliados mas jóvenes, los presidentes cuanto mas joven mejor y por supuesto los alcaldes también.
Ahora bien, esta tendencia que se impone en España no es compartida por otros países, los cuales tienen en los políticos maduros un valor respetable, honrado y trabajador. Según analistas del sector político, un buen político seria aquel que haya demostrado en su vida, ajena al sector político, haber sido un buen profesional y una buena persona. Para poder demostrar esto, hace falta años continuos de esfuerzo y serenidad. Por eso, no podemos apartar los políticos de experiencia, de edad y conocimientos.
El cóctel perfecto seria aquel que pueda conjugar la juventud con la experiencia, las nuevas ideas con la tradición. Cualquier persona, independiente de su edad, que tenga como motivación los ciudadanos, el bienestar de los mismos y la convicción que gracias a su trabajo, ideas y esfuerzo pueda decir que dejo un lugar mejor para todos.
En estos años de democracia se ha visto personajes políticos de toda índole: listos, trabajadores, sensatos, alocados, caraduras, vividores, racionales, sabios, etc, etc...pero una característica es que cada vez los políticos tienen que ser mas jóvenes, lo secretarios de partido mas jóvenes, los afiliados mas jóvenes, los presidentes cuanto mas joven mejor y por supuesto los alcaldes también.
Ahora bien, esta tendencia que se impone en España no es compartida por otros países, los cuales tienen en los políticos maduros un valor respetable, honrado y trabajador. Según analistas del sector político, un buen político seria aquel que haya demostrado en su vida, ajena al sector político, haber sido un buen profesional y una buena persona. Para poder demostrar esto, hace falta años continuos de esfuerzo y serenidad. Por eso, no podemos apartar los políticos de experiencia, de edad y conocimientos.
El cóctel perfecto seria aquel que pueda conjugar la juventud con la experiencia, las nuevas ideas con la tradición. Cualquier persona, independiente de su edad, que tenga como motivación los ciudadanos, el bienestar de los mismos y la convicción que gracias a su trabajo, ideas y esfuerzo pueda decir que dejo un lugar mejor para todos.
